Cada cierto tiempo conviene repasar bien el vehículo para evitar incidentes y mantener la vida útil del mismo.
Hay dos razones fundamentales por las que revisar nuestra unidad es importante:
- Prevención.
- Mantenimiento de la vida útil del vehículo.
¿Qué revisiones debemos llevar a cabo?
Revisión periódica de neumáticos por kilometraje:
Después de la puesta en funcionamiento (entre 300 y 500 km) comprobación del par de apriete de todas las tuercas de las ruedas. Esta verificación deberá realizarse además después de cada cambio de ruedas.
Cada 10.000 km revisar visualmente el desgaste de los neumáticos y ver si éste es uniforme. Si éste no lo fuese, acudir al servicio técnico para revisar el alineamiento de los ejes. Además evacuar la condensación de agua del circuito neumático (si hay posibilidad de heladas, esta operación deberá realizarse cada día).
Cada 50.000 km se recomienda una revisión visual del estado de los neumáticos; revisión del desgaste de pastillas/cintas de freno; limpieza de filtros de tubería neumáticos y engrase de la unidad si procede.
Revisiones periódicas por tiempo:
Conviene cada semana:
- Depósito de aire (purgar líquidos. En caso de heladas, hacerlo cada día).
- Par de apriete de las ruedas, presión de los neumáticos y pastillas de freno.
- Haga una inspección visual del estado de los pilotos, cables, reflectores, neumáticos etc y sustituya los dañados.
- Compruebe que EBS y lámpara de avería funcionan correctamente.
Conviene revisar mensualmente:
- El estado de la quinta rueda y el engrase de la misma.
- Ajustar el sistema de frenada si es necesario.
- Los circuitos de aire.
- La suspensión.
- El engrase de las conexiones.
- En general, revise la tornillería cada 10.000 km o al menos 1 vez al mes.
Es necesario un control visual anual de qué:
- Los tubos de poliamida no tienen rozaduras.
- No tienen zonas dobladas con estrangulamientos o pliegues.
- Los rácores están bien conectados.
- Y los tubos de poliamida y la instalación eléctrica están bien embridados al chasis.
